Grounded
Daisy Dodd-Noble
18 Marzo - 25 Mayo, 2022

Grounded, exposición individual de Daisy Dodd-Noble. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

Grounded, exposición individual de Daisy Dodd-Noble. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

Grounded, exposición individual de Daisy Dodd-Noble. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

Grounded, exposición individual de Daisy Dodd-Noble. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

Grounded, exposición individual de Daisy Dodd-Noble. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

Grounded, exposición individual de Daisy Dodd-Noble. Vista de la instalación en L21 Gallery, 2022.

DAISY DODD-NOBLE
English fall landscape 1, 2022
Óleo sobre lino

90 x 120 cm

DAISY DODD-NOBLE
English fall landscape 2, 2022
Óleo sobre lino

90 x 120 cm

DAISY DODD-NOBLE
Small English fall landscape 1 , 2021
Óleo sobre lino

23 x 30 cm

DAISY DODD-NOBLE
Small English fall landscape 2, 2021
Óleo sobre lino

23 x 30 cm

DAISY DODD-NOBLE
Three deciduous trees in fall , 2021
Óleo sobre lino

46 x 61 cm

DAISY DODD-NOBLE
Two deciduous and one evergreen tree in fall, 2021
Óleo sobre lino

50 x 61 cm

Raíz

 

Raíz es una palabra que tanto para los humanos como para las plantas está vinculada a las ideas de nacimiento, fuente y apego. Para los árboles, sin enraizamiento no hay vida. Si bien este proceso conlleva una fusión material con el suelo y su vinculación física con un territorio, nuestras raíces juegan con componentes más efímeros y circunstanciales. Algunos apegos se dan y otros se construyen voluntariamente, a través de la experiencia, las actividades rituales y el tiempo.

 

La conexión de los humanos con la tierra debajo de nosotros es de naturaleza borrosa y, sin embargo, es un sentimiento con el que muchos de nosotros podemos identificarnos, un concepto que trasciende divisiones culturales y lingüísticas y que es poderoso en tanto que en que puede transmitir seguridad. Es una sensación sentida que puede potenciarse a través de prácticas rituales como el yoga, el chi gong y el trabajo de respiración, y que puede perderse en momentos de estrés.

 

Árbol

La distancia siempre pone las cosas en perspectiva. Reequilibra prioridades y necesidades. Es posible que no captemos la presencia de algo enorme presente ante nosotros todos los días, hasta que dejemos de tener su presencia constante. Esto se puede decir de los árboles que nos cobijan en nuestros entornos urbanos y rurales. Al llegar a un nuevo entorno, somos especialmente perceptivos de nuestro entorno, de cómo este se comunica con nosotros.

 

Durante sus años viviendo en Nueva York, los árboles con los que Daisy Dodd-Noble pudo conectar en la ciudad estaban aislados unos de otros, al igual que la mayoría de los árboles de la ciudad. Su trabajo representa árboles de forma individual, como si fueran personajes en un escenario, en lugar de parte de una masa de bosque.

 

Con el tiempo, nuestros ojos pueden cansarse de ver árboles individuales, y podemos anhelar estar rodeados y protegidos por una masa de verde. Este sentimiento de estar sostenidos por la naturaleza, puede fortalecerse en los paisajes y bosques que llamamos hogar. Esta exposición es un soneto al caminar y estar en un sitio de pertenencia.

 

tierra

La idea de hogar es controvertida. Lejos de inclinaciones nacionalistas y símbolos restringidos a un territorio delimitado, para Daisy Dodd-Noble la idea de pertenencia está más bien ligada a la experiencia de ser parte de un paisaje. Esa sensación en la planta de tus pies. Observación interna y externa desde el lugar donde te encuentras. El paisaje se convierte en un estado de ánimo.

 

La artista pasó varios meses de la pandemia en la campiña inglesa, junto al bosque. Ver todos los días el mismo paisaje natural genera un tipo diferente de observación y arraigo, uno que se mantiene más cerca de lo que la mirada puede alcanzar.

 

Tierra

 

Los proyectos recientes de Dodd-Noble instilan un toque de magia a través de su desenfada- da paleta. Nubes rosas, montañas multicolores y puestas de sol esmeralda crean el ambiente para paisajes de ensueño y un tanto psicodélicos.

 

En este nuevo cuerpo de obra, la artista apuesta por los colores otoñales con predominio del verde, azul y amarillo ocre, dispuestos sólidamente sobre el lienzo. Pintar cuando los días son más cortos, y con la contemplación constante de un paisaje familiar, la ayudó a establecer, por primera vez, parámetros de color de antemano. La paleta restringida dentro de este cuerpo de trabajo le permitió concentrarse más en la forma y la composición.

 

Los árboles vivaces y las colinas rotundas características del lenguaje de la artista todavía están presentes, con una sensación adicional de comodidad y confianza.

 

Manteniendo los pies en la tierra.

 

Aina Pomar Cloquell

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