Jet fuel gelato sour cherry
Petra Cortright
07 Mayo - 24 Junio, 2022

Jet fuel gelato sour cherry, exposición individual de Petra Cortright. Vista de la instalación en L21 Factory, 2022.

Jet fuel gelato sour cherry, exposición individual de Petra Cortright. Vista de la instalación en L21 Factory, 2022.

Jet fuel gelato sour cherry, exposición individual de Petra Cortright. Vista de la instalación en L21 Factory, 2022.

Jet fuel gelato sour cherry, exposición individual de Petra Cortright. Vista de la instalación en L21 Factory, 2022.

Jet fuel gelato sour cherry, exposición individual de Petra Cortright. Vista de la instalación en L21 Factory, 2022.

Action tec pmx drivers_adidas singapore limited, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

91.44 x 60.96 cm

Al4a xxx alvir bantigue_Anita Blond, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

121.92 x 97.79 cm

BNX bot 1.02_brazil + population + statistic_boredwife.com/sosc, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

121.92 x 97.79 cm

Cockrocket thumbnail COMEDIE FRANCAISE Concorde tickets airline, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

74.3 x 121.92 cm

CONNECTICUT LIGHT AND POWER cool win 98 themes +country +home +magazine, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

74.3 x 121.92 cm

Cuban rum cynide +metal +salts/daisy eagle tigershark, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

74.3 x 121.92 cm

«Dairy Queen” D.A.R.E./daydream believe cover death+penalty+pros+cons, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

74.3 x 121.92 cm

DINASAURS PHOTO GALLERY_dirty little mind mp3/disneyland florida, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

74.3 x 121.92 cm

Federal Food And Drug Administration FEMALE MUSCLE fffffffff, 2021

Pintura digital sobre aluminio anodizado

74.3 x 121.92 cm

jet fuel gelato sour cherry

 

<una idea absurda y perversa: (este texto es un archivo) visual hecho de palabras. Envidia pura de lo concreto de las imágenes de un pintor o un escultor.> La primera exposición de Petra Cortright en Barcelona propone una revisión del género pictórico desde una práctica basada en el uso de material recogido cuidadosamente de internet, tras horas de intenso buceo y manipulado con herramientas digitales. Pasando por el tamiz de un programa tan común como Photoshop, Petra crea sus pinturas por compresión de un gran ‘mother file’ en el que deposita capas y capas de tejido adiposo digital. Imágenes que manipula hasta desfigurar completamente, casi violentamente, dejando trazos irreconocibles por adición o extracción. En sus lienzos, cada trazo corresponde a una capa de imagen a una pinzelada digital, convirtiendo su proceso de trabajo en un ejercicio tanto de precisión, como de perseverancia y esfuerzo físico, de agudeza visual como de destreza manual. Y si es pintura. Pero no es lo que crees a simple vista. Vivimos en un reino de sobreinformación, una información que se hace pasar por libertad. Un frenesí de comunicación e información que nos lleva a la desaparición. Los datos se colocan entre las cosas y nosotros y nos las hacen desaparecer. Una enorme cantidad de datos. Cada vez más. Indigeribles. Sin embargo, el orden terreno, se compone de ‘las cosas del mundo’ (Hannah Arendt). Rodeados de ellas, el humano estabiliza su vida. Sosteniéndose sobre ellas. Físicamente. Pero ya no. Ahora habitamos el mundo de Google Earth. Estamos en Cloud. Quedamos en Metaverse. Conversamos en Whastapp. Nos vemos en Instagram. Una gruesa capa de virtualidad, datos y conexiones online, ocultan esas cosas del mundo. Artista internet (si es que un término así tiene algún futuro o sirve de algo más que como etiqueta extremadamente simplificadora para presentarnos ante la generación que no nació con internet…) su pintura rehúye cualquier adscripción a lo que estamos acostumbrados a pensar cuando alguien sugiere cualquiera de los términos de moda. Cortright quiere crear un camino propio más allá de las modas o a pesar de ellas. Y en su avanzar, desafía cualquier concepción de lo que un artista puede haber sido hasta ahora. ¿Acaso Picasso fue capaz de recuperar en su vejez la pincelada de sus pinturas azules o Monet almacenar toda su producción consigo mismo? No hay verdad. La verdad es la firmeza del ser. Es duración y es constancia. Es facticidad. Es el sostén de la vida. El orden digital pone fin a la verdad. Estamos ante un régimen post-factual. Hasta la misma información es hoy deformativa más que informativa. Lo falso y lo verdadero se contaminan. La fake new es más veraz, más efectiva que los propios hechos. Y sin embargo agradecemos ese cortoplacismo, el efecto wow, la reacción rápida, el tweet fácil. Applause. Eficacia de la información. La comunicación está hoy dominada por los afectos y las emociones, variables, domables, irritables. La comunicación desestabilizará tu día. Faster, harder, louder. Cada una de las obras de Petra surge de un archivo madre, obtenido por la superposición de innumerables imágenes y que una vez manipulados, combina con infinitas posibilidades para crear la obra que vemos expuesta. No la llamaremos obra final, no hay un punto final, tan sólo búsqueda constante, retrocesos, idas y venidas, revisiones que abren nuevos caminos. Así hasta el infinito. Vivimos en una época de desintegración de las arquitecturas estabilizadoras como son los rituales. Es necesario otra política del tiempo, porque todo lo que estabiliza la vida requiere tiempo. Fidelidad, compromiso, promesas, responsabilidades, quieren tu tiempo. La observación atenta sin intención puede convertirse en una forma de felicidad. En medio de esa maraña que atrapa nuestra visión, sorprenden los motivos florales de su pintura ¿Nostalgia de un pasado? ¿Deseo de un presente mejor? <no hay manera de poner en palabras mis sentimientos acerca de (las flores) sin caer en la clase más repelente de descripción literaria al estilo del siglo XIX. Unas palabras bonitas no equivalen a un paisaje bonito. Pero necesito que sea el armazón (del texto). No, mejor aún: su medio.> El motivo floral y su simbolismo ha acompañado su producción en los últimos años. La fragilidad del dibujo, la transparencia de sus pinceladas, la vitalidad de su colorido contrasta sobre un fondo en aluminio presente en toda esta serie (en otras ocasiones ha impreso sobre lino y otros materiales). Frialdad y aspereza frente a suavidad y ligereza. Veladuras y terabytes de datos, todo al mismo tiempo. Pero ante todo un elemento temático semejante que permite la búsqueda de la belleza a través de la variación sin fin. Y que milagrosamente se mantiene constantemente atemporal, siempre presente en nuestro horizonte iconográfico más casual hasta el más conceptual. Pero preferimos permanecer en nuestra miopía, precipitados. Tomamos nota de todo sin llegar a conocer. Viajamos sin necesidad de movernos y sin adquirir experiencia, comunicamos sin estar en comunidad, almacenamos datos sin recordar, sumamos amigos y seguidores sin encontrar al otro. El orden terreno está siendo sustituido por el orden digital. Éste desnaturaliza las cosas del mundo informatizándolas. El mundo se torna intangible, nublado y espectral. El fetichimo por las cosas, ha terminado. <La lógica de la fotografía no es ni verbal ni sintáctica, una condición que hace que la cultura literaria sea completamente incapaz de enfrentarse a la fotografía…> Contrariamente a su estado natural, la flor artificial, la reproducción, no caduca ni sus pétalos se marchitan. Contra el ritmo constante del flujo de información que domina nuestras vidas, Petra selecciona imágenes para encapsularlas, embalsamarlas en filtros y efectos, y conservarlas para siempre, volviéndo a ellas cuando crea necesario. Su pintura sobrepasa las dos dimensiones y nos presenta un entorno envolvente, monumento a nuestro tiempo fatuo. Memento mori que nos recuerda que lo que hoy poseemos, valoramos y apreciamos, mañana puede no valer nada. Nos separamos de las cosas queridas y los recuerdos dejan de tener valor. Hasta los vínculos personales son inoportunos: ya no queremos atarnos a nadie ni a nada. El nuevo ser humano desinteresado de las cosas quiere disfrutar y experimentar más que poseer. La posesión es la relación más profunda que se puede tener con las cosas. Por eso los productos de consumo destinados a ser usados y desaparecer rápidamente, conceptualmente ya no los poseemos. Sus primeros trabajos videográficos, en los que se exponía en primera persona son fruto de otro momento en el que las herramientas digitales le brindaban un entorno de diversión pero también de compañía, en el que disfrutaba también de la soledad y del aburrimiento. Le sigue interesando llevar la tecnología a un extremo, aprovechar herramientas básicas de un software para conseguir efectos insospechados, provocar errores, cortocircuitos azarosos, glitches con efectos inesperados. Almacenarlo todo de nuevo para la próxima vez. Cazar es el verbo que utiliza cuando define su trabajo. También colecciona librerías de efectos para poder dar variedad pero también veracidad a su obra. Huye de pátinas que puedan parecer demasiado estridentes, poco naturales. Para poder poseer se necesita depositar historia en las cosas. El coleccionista es para Benjamin, una figura utópica, último reducto de las cosas porque las despoja de su carácter de mercancía. Está más interesado en su historia y su fisonomía, no en su valor de uso. El sujeto se convierte también en objeto consumible. Y no en vano el proceso creativo de Petra restituye el valor de posesión de la imágen captada en internet. Dedica horas a su encuentro, atraída por los más variopintos detalles. Y se sumerge en los entornos que crea como base para sus pinturas durante incontables horas. De alguna manera vuelve atrás la rapidez y volatilidad del medio digital y de la imagen encontrada al caso, confiriéndole tiempo, atención, cargándola de peso, anclándola de nuevo en la realidad, llenándola de historia y acción; transformándola para volverla de nuevo visible ante nosotros. Cuando preferimos enviar un mensaje de texto en lugar de telefonear, estamos ocultándonos. El otro como sonido se desvanece. Y aún así mi smartphone pone todo a mi alcance. Qué contradicción. Jet fuel gelato. Somos demasiado dependientes de la droga, la droga digital. Vivimos aturdidos. El romanticismo revolucionario tal vez nos puede salvar. Bajo toda esa cargada capa de hipercontrol en el proceso, de extremo cuidado en la impresión, su obra siempre incorpora el gesto, el twist, que le permite saberse igualmente fuera de control, de dejar que el propio acto de pintar lleve a lugares insospechados. De otra manera cualquier proceso se vuelve maquínico, repetitivo y deshumanizado y su trabajo eternamente condenado al aburrimiento. Aquello que hace que cualquier fotografía pase de una mera acumulación de datos a ser algo más. Llámalo misterio, magia, sorpresa, valor o energía…Punctum sobre Sunctum. Aquello que nos lleva a fijar nuestra atención más allá del like rápido. Aquello que escapa a toda representación, definición, como un campo ciego de la imagen que elude ese lugar de visibilidad que es la fantasía, que sólo se abre cerrando los ojos. <Teniendo en cuenta que representar un objeto significa mostrar algunas de sus propiedades, se deduce que en ocasiones este propósito se consigue mejor desviándose mucho de su apariencia > La obra de Petra desaparece a la vez que aparece, revela manteniendo siempre el foco en dejar algo en sombra, en el misterio. Contradice un tiempo presente en el que se nos anima a hablar, actuar, a exhibirnos con un arte que se encierra en sí mismo, silencioso, en su taller, en su mega archivo madre, para dejar crecer flores. Confiesa que cuanto más crítica se vuelve su actitud ante la realidad más flores necesita para llenarlo todo. Sólo el tiempo del otro crea lazos fuertes. El tiempo que has perdido con tu rosa es lo que hace que tu rosa sea tan importante. Cherry Sour. El texto/ la flor/ la pintura como exceso de significantes. Como cosa que se resiste a la lectura que colma su sentido.

 

Este texto se inspira en las obras de Petra Cortright, ‘No-cosas. Quiebras del mundo de hoy’ del filósofo Byung Chul-Han y <cita ‘Yo veo/Tú significas’, una novela de Lucy R. Lippard>.

Beatriz Escudero

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