APC: Las iconografías de monstruos y demonios han estado presentes en tu trabajo desde hace un tiempo. Me imagino que eso se relaciona con tu grado en Estudios Religiosos y Folclóricos. ¿Cuándo empezaste a incorporar ese trasfondo con elementos de la cultura popular?
HH: Me crió mi abuela letona, que tenía unas vibraciones muy brujas. La narración de historias, las interacciones con lo sobrenatural, los rituales y la creencia en fantasmas eran una parte normal de nuestras vidas.
Ella me decía que yo era mala, así que desarrollé pronto esta creencia de que había algo realmente malo en mí.
Cuando empecé a interesarme por la tradición oral y el folclore, entendí cómo funcionan las historias y construí empatía por el personaje de la bruja y los personajes demoníacos. Si mi familia iba a considerarme malvada, quería preguntarme qué impulsa a una persona a actuar mal.
APC: Entonces estabas desarrollando simpatía por el diablo.
HH: ¡Exacto! Y luego estudié folclore y vi cómo se habla colectivamente del diablo o de cualquier tipo de criatura misteriosa para tratar de que la sociedad lo considere inaceptable.
Además, debido a que me enseñaron que era malvada, cuando estaba produciendo obras en la escuela de arte, me propuse hacer la criatura más malvada posible. De alguna manera terminó siendo mi trabajo más exitoso. Me di cuenta de que tengo un talento natural para canalizar estos demonios. Desarrollé pequeños rituales alrededor de las obras y traté de pensar cuál es el ser que realmente existía en la pieza.
Los fabricantes de textiles navajos creen que los tapices tienen un espíritu y siempre dejan un camino para que los espíritus se muevan a través del téxtil. No creo que haya un camino en mis obras. Quiero contener ese ser dentro de la pieza, atraparlo.
APC: De alguna manera pudiste distorsionar ese significado. Revertir algo que te hizo sentir mal durante tu infancia, y convertirlo en empoderador durante tus primeros años como artista.
HH: Sí, se convirtió en un camino hacia el empoderamiento. También quería llegar a un lugar bondadoso para mí misma y sacarlo fuera de mí. Doble propósito, doble función.
APC: En ese sentido, has mencionado que ‘Monster Milk’, una criatura recurrente en tus obras, es un reflejo del papel que has ido jugando como artista en la generación de estas criaturas.
HH: Se me ha negado la opción de tener hijos, entonces me centro en las cosas que produzco en mi vida que viven más allá de mí. ¿Qué son estos monstruos que van a seguir con sus vidas?
Los estoy alimentando. La leche para mí es energía, es algo nutritivo que va del cuerpo de la madre a la criatura a la que le ha dado vida. Mantiene y propaga monstruos misteriosos.
APC: Podríamos hablar de un paralelismo entre reproducción y creación. En relación a las obras que creas, en conversaciones anteriores dijiste “Me pregunto qué vidas viven más allá de mí y qué energías estoy invitando al mundo”. En ese sentido, ¿cuáles son tus pensamientos sobre el ejercicio de desapego con tus obras cuando salen del estudio?
HH: Cada vez que trato de interactuar con el mundo lo veo como una oportunidad para la creación de energía de forma intencional. Como cuando estás feliz y saludas a la gente y estás transmitiendo cápsulas de energía. Si los artistas están creando monstruos que contienen energía negativa o hay oscuridad en el trabajo, ¿qué responsabilidad tienen hacia los elementos que colocan ahí fuera y que van a seguir con sus propias vidas?
Es muy interesante para mí que hay zarcillos de mí misma, zarcillos muy tangibles que existen en todo el mundo. Puedo tener estos marcadores físicos en el mapa del planeta que son partes de mí y puedo ver qué están haciendo de vez en cuando.
APC: En alguna ocasión has mencionado que en esta etapa de tu vida estás experimentando mucha angustia reproductiva y eso se refleja en una generación ininterrumpida de imágenes y criaturas en el estudio. Vemos criaturas con múltiples senos, mujeres amamantando o dando a luz dragones… ¿Son estas imágenes un reflejo tanto de emociones profundas y personales como de cuestiones de género más amplias (como la presión directa o indirecta que se ejerce sobre las mujeres en su treintena)?
HH: Cuando eliges tener un hijo, tienes muchas esperanzas al respecto. Crees que vas a traer cosas buenas al mundo. Probablemente la mayoría de las mujeres tienen bebés con esta mentalidad en lugar de: «¡Voy a crear un bebé malvado!».
Leí historias de mujeres que se han arrepentido de tener hijos porque tenían esta fantasía de lo que sería y sus hijos son extraños para ellas (los aman pero realmente no los entienden).
Entiendo la presión de reproducirse como algo tradicional, pero al cuestionarnos esa tradición, nos preguntamos: ¿alguna vez se ha demostrado que es lo correcto? Nos estamos adentrando en un planeta superpoblado. Tal vez no deberíamos tener hijos si queremos mantener la sostenibilidad del medio ambiente.
Siento que hay un cuestionamiento de una tradición que de otro modo no sería cuestionada. Es una expectativa ligada a “es biología, tienes esta capacidad reproductiva, así que adelante, ves y multiplícate”, como un concepto bíblico. No hagas ninguna pregunta.
APC: Hablemos de pornografía. Tus obras muestran imágenes sexualmente explícitas, combinadas con humor crudo y, a menudo, personajes de dibujos animados reconocibles. Cuéntame más sobre tu elección de utilizar un elemento tan doméstico como las alfombras como tu principal soporte artístico.
HH: Bueno, mucha gente tiene sexo en casa, ¿sabes?
Cuando comencé a hacer esto en 2010, había un interés diferente en el mundo del arte, así que quería mirar donde nadie más miraba. Había esta artesanía tradicional [textil] de donde yo soy y podía ver su potencial. Estaba trabajando mucho con videojuegos y el estilo pixel art era muy popular en ese momento. Las alfombras que hago son la versión analógica de eso. Vi un diálogo muy directo con la estética digital.
Me quedó muy clara la posibilidad del medio, y solo se estaba utilizando para mostrar una estética muy dócil y doméstica. Quería tergiversar varios elementos para crear una reacción del tipo «Realmente no lo vi venir».
Ahora estoy tratando de llegar al límite del medio y encontrar nuevas raíces. De alguna manera, esta exposición será la culminación del trabajo anterior: muy centrado en lo femenino y en monstruos, cuestionando mi propio trabajo en relación con el enfoque que he estado explorando todo este tiempo.
APC: Es interesante porque a través de tus obras te has adentrado en espacios tradicionalmente masculinos como los videojuegos, la tecnología y la pornografía. Entonces, de alguna manera, has hackeado estos espacios como mujer artista.
HH: Siempre he tenido muchos más amigos hombres que amigas mujeres. Parte de pasar tiempo con ellos es porque quiero ser tan dura como ellos. Si los chicos van a ser de una cierta manera que no se espera por parte de las mujeres, entonces voy a tener este impulso competitivo en el que pienso, no, yo también puedo jugar. Tal vez esto no sea muy feminista, pero solo quiero superar su nivel. Puedo ser tan impactante y provocativa como ellos.
Hice una pieza con un dibujante de cómics llamado Johnny Ryan. Toda su temática gira en torno a crear impacto e hice una pieza con él. Muestra a un tipo volándose la polla con una pistola. Pienso mucho en eso y tengo el trabajo encima de mi cama. Siento que los tíos pueden actuar como si esto fuera realmente genial y desarrollar un interés por ello.
Los cómics son una forma fácil de digerir. ¿Qué tan horrible puedes ser en los cómics antes de cruzar una línea y qué tan horrible puedes ser en un téxtil casero muy suave y sin pretensiones?
¿Tiene un pase porque es una alfombra suave y sin pretensiones? Sí. Se trata de la suavidad del medio. ¿Qué tan horrible puedes ser? Se trata de la exploración los límites del medio.