Pleasure to burn
Simon Demeuter
15 Mayo - 14 Junio, 2023

Pleasure to burn, exposición individual de Simon Demeuter. Vistas de la instalación en L21 Residency, 2023.

Pleasure to burn, exposición individual de Simon Demeuter. Vistas de la instalación en L21 Residency, 2023.

Pleasure to burn, exposición individual de Simon Demeuter. Vistas de la instalación en L21 Residency, 2023.

Pleasure to burn, exposición individual de Simon Demeuter. Vistas de la instalación en L21 Residency, 2023.

Pleasure to burn, exposición individual de Simon Demeuter. Vistas de la instalación en L21 Residency, 2023.

Pleasure to burn, exposición individual de Simon Demeuter. Vistas de la instalación en L21 Residency, 2023.

Pleasure to burn 02, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

160 x 180 cm

(Detalle) Pleasure to burn 02, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

160 x 180 cm

Pleasure to burn 03, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

100 x 80 cm

(Detalle) Pleasure to burn 03, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

100 x 80 cm

Pleasure to burn 04, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

100 x 80 cm

Pleasure to burn 05, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

100 x 80 cm

(Detalle) Pleasure to burn 05, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

100 x 80 cm

(Detalle) Pleasure to burn 05, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

100 x 80 cm

Pleasure to burn 10, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

35 x 27 cm

(Detalle) Pleasure to burn 10, 2022

Acrílico y óleo en barra sobre lienzo

35 x 27 cm

Simon Demeuter (Soignies, Bélgica, 1991) vive y trabaja en París. Su práctica pictórica está impulsada por la búsqueda de una audaz simplificación de las formas, lo que dota a sus obras de una frescura pictórica y una sensación de inmediatez. El color es la herramienta primordial del artista para evocar una emoción, una impresión, una sensación, un estado de ánimo, físico o mental.

 

Inspirándose en los recuerdos de su infancia, así como en sus viajes y encuentros, sus composiciones transmiten tanto un paisaje interior como referencias al arte popular, los impresionistas, el cine o la música. Un objeto trivial, por muy arbitrario que parezca, puede ser el inicio de toda una nueva serie de cuadros. Además, cuando se trata de modelos, se convierten en motivos objetivados como cualquier otro. Las composiciones y los escenarios se repintan sin cesar, con variaciones gestuales de color, tamaño y a través de imperfecciones. Con ello, Simon intenta desenterrar la huella de una emoción de la forma más sencilla y descarnada.

 

Ha realizado exposiciones individuales en Reuter Bausch (Luxembourg, 2022); BallRoom Gallery, Brussels (Belgium, 2022); L21, Palma de Mallorca (ES, 2023, 2021); The Cabin, Los Angeles (USA, 2019) y Sorry We’re Closed, Brussels (Belgium, 2019). Demeuter ha participado en exposiciones colectivas en L21 Gallery (Spain, 2022); Nassima Landau, Tel Aviv (2022); Musée Francisque Mandet, Riom (2022); Frac Champagne-Ardenne, Reims (France, 2021); Can Marqués, Palma (Spain, 2021); Gilles Drouault Galerie Des Multiples, Paris (France, 2020) y Generation Brussels, comisariada por Evelyn Simons (Brussels, 2020).

 

 

No es la primera vez que representas a vaqueros en tus series recientes, pero aquí vemos un enfoque diferente de este motivo, más cercano a una representación de la cultura popular, quizás. 

 

Para mí, esta serie es una continuación de la serie “Windows on Fire. Aquella obra ya hablaba del paso del tiempo y de la inexorable desaparición de todo, que es un tema recurrente en mis obras.

 

La serie se basa en los anuncios de Marlboro, sobre todo de los años setenta. Son dos cosas que siempre me han gustado: los vaqueros y los cigarrillos. 

 

Aunque dejé de fumar, creo que hay un sentimiento de atracción por esta forma de ultra virilidad, a veces ridícula, y que puede rápidamente aparentar una forma de homoerotismo. También me gusta la idea de reelaborar una idea que ya he abordado antes, pero desde una nueva perspectiva, y ver los progresos.

 

A menudo pongo al personaje en la oscuridad deliberadamente y utilizo el cigarrillo para trabajar las luces y las sombras. Siempre he trabajado con colores sólidos y ésta es la primera vez que veo las cosas bajo una luz diferente. 

 

En esta serie he explorado la pintura y me he divertido mucho. Algunos cuadros están basados en fotos de Erwin Evans Smith. Uno de ellos muestra a dos vaqueros en una valla y otro a un grupo de hombres bailando.

 

Los cuadros de ventanas en llamas a los que te refieres pertenecen a las series «The End of Something» y «Windows on Fire». En el pasado mencionaste que esta serie se inspiró tanto en un bordado que encontraste en el museo de arte popular de Nueva York sobre un ataque de bandoleros como en las colchas amish. Sobre todo, como dices, en el trasfondo está la idea del reto que supone para los humanos aceptar la fragilidad de nuestra existencia, el hecho de que todo desaparecerá.

Esta idea, en el contexto de una casa, conecta con la nostalgia que a veces rodea tus cuadros, como tu serie Ghost de 2020. 

La publicidad también es un mundo muy ligado al lenguaje de la nostalgia. ¿Qué emociones te evocan los anuncios de Marlboro?

 

Fue la idea de composición lo que me atrajo de los anuncios. Estudié diseño gráfico y puedo ver la estrategia visual que hay detrás. Los utilicé para ayudarme a crear la imagen que quería, más allá del símbolo que representan. Son imágenes hermosas, pero lo que cuentan es bastante triste. El hombre viril y libre que domina la naturaleza. No me identifico.

 

Tus obras suelen cuestionar símbolos tradicionalmente asociados a la masculinidad o la feminidad a través de figuras masculinas y ese sentido homoerótico que has mencionado: el abuelo, las esculturas griegas, los gladiadores… En ese sentido, ¿qué símbolos de identidad se enmascaran tras los sombreros de vaquero y los cigarrillos?

 

Creo que el vaquero es una fantasía. Sé que es una imagen, modelada más por el cine que por la realidad. Y el cigarrillo es quizás el tema central aquí porque me resuena más. El cigarrillo puede ser una metáfora de un momento, pero también de la ansiedad por sentir algo. Puedes ahogar tus pensamientos en ese humo. Siempre tuve una relación reconfortante con los cigarrillos cuando fumaba.

Me costó mucho entenderlo como una dependencia psicológica decepcionante cuando lo dejé. Quizá la conclusión es que todo tiene un final, pero al hay que afrontarlo y seguir adelante.

 

Háblanos más del cambio de técnica en tus últimos trabajos. Es algo que empezaste a explorar en tu residencia de Belleville. Las líneas son más suaves, las formas se han vuelto más flexibles, pintas con los dedos.

 

Es algo que llegó con el tiempo y la confianza. Estaba preparado para avanzar. Todavía tengo una especie de complejo por no haber estudiado pintura y haberla explorado por mi cuenta.

Sin embargo, hay algo emocionante en ello, aunque aterrador al mismo tiempo. Cuanto más tiempo pasa, más me gusta. Espero haber conseguido transmitir este rastro de melancolía y tiempo.

Hubo una retrospectiva de Munch en el Musée d’Orsay, que se inauguró en el mismo período de mi residencia. Me fasicó la exposición. Hay una suerte de melancolía, tristeza y gravedad en Munch y en esa exposición que siempre se me ha quedado grabada. Me inspiró para esta serie, sobre todo para los cuadros en los que pintaba con los dedos. Era un hombre que no temía mostrar su debilidad y su locura.

 

El hecho de mudarte a París fue un elemento importante para este cambio de estilo.

 

Sí. La energía es diferente a la de Bruselas. Estar en otro paisaje es muy estimulante.

Es una especie de reto estar aquí. Muchos artistas han vivido en París. Existe el deseo de dejar huella.

Hay que buscar, salir de la zona de confort. Porque la ciudad te obliga a ello.

 

Simon Demeuter entrevistado por Aina Pomar

 

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